Mexico

Tuvimos el placer de desarrollar un proyecto que no solo nos inspiró pero nos llevó a crear un nuevo vínculo con una comunidad muy especial. Llevado a cabo durante dos años seguidos, pudimos visitar una pequeña comunidad en la Saladita, en Guerrero, México. 

Aquí, tuvimos la oportunidad de formar actividades de enseñanza para promover el respeto hacia la naturaleza, fomentando la cooperación y los lazos entre los compañeros que conviven en una misma comunidad. Todas las actividades que hemos llevado están relacionadas con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Europa. 

Durante dos semanas, utilizamos exclusivamente recursos naturales para enfrentar diversos retos diarios. Por ejemplo, en lugar de pinturas plásticas, los niños usaron huevo como aglutinante y colorantes de especias y plantas para pintar macetas, logrando colores únicos. Otros retos incluyeron crear un huerto con botellas recicladas, fabricar fertilizantes naturales, y decorar el huerto con piedras del río.

Al notar la abundancia de plástico en el suelo, uno de los niños sugirió hacer carteles ecológicos para concienciar a la comunidad sobre el cuidado del entorno. También realizamos sesiones diarias de mindfulness, yoga, y valoraciones de la naturaleza.

Uno de los días más esperados fue la jornada de surf, donde los niños no solo disfrutaron del mar, sino que también colocaron sus carteles para proteger el medio ambiente. Para agradecer al mar, organizamos una limpieza de playa, reutilizando los materiales recolectados en el centro educativo.

En la segunda visita, ampliamos el huerto, creamos una biblioteca con un tipi de madera y telas, y llevamos juegos de madera para estimular la creatividad. Repetimos las jornadas de surf y observamos una playa más limpia, con nuestros carteles aún en pie y una comunidad más consciente del medio ambiente.